martes, 22 de noviembre de 2011

Capítulo 6:No seas rencoroso Lucas.

~Narra Marcos~
Bajé de mi coche.
-Tienes que darles tiempo pero sobretodo a Lucas -mi hermana Verónica apretó mi mano para reconfortarme- sabes lo mucho que significa Melania para él. -dijo y empezó a andar, todavía no me entiendo ni a mi mismo, ¿cómo se puede ser tan idiota? tenía a la chica perfecta y lo jodí todo y en vez de intentar arreglarlo la seguí cagando. Verdaderamente no sé que hago aquí ni porque acepté venir, todos me odian y tienen sus razones. También eran mis amigos pero yo no me los merezco.
-Creo que me iré -dije y ella paro y me miró con una especie de rabia.
-Deja de ser un cobarde, ¿cuando piensas madurar Marcos?
-Tú no entiendes nada Verónica, es difícil ¿vale? -le espeté.
-Él que no entiende nada aquí eres tú, se ha pasado los últimos seis meses llorando, ella que era la última persona que se lo merecía la única persona que de verdad te ha querido, a la única que de verdad has querido y sigues queriendo y no me niegues que la quieres porque soy tu hermana joder, te oigo todas las noche sollozar y tirar cosas contra la pared -gritó para luego abrazarme.
Tenía toda la razón, es cierto eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo sabía que tenía una gran chica, la mejor novia de todas pero según ha ido pasando el tiempo también me he dado cuenta que tenía a mi lado la única persona que me podía hacer feliz.
-Solo quiero ayudarte hermanito -dijo separándose de mi- quiero ayudarlos a los dos.
-Si voy, a ella le haré más daño, me odia -dije y pase la mano por mi pelo echandolo hacia atras.
-No te odia Marcos, te aseguro que no.
-¿Entonces? -creo que iba a llorar, hacía tiempo que no lloraba delante de nadie.
-Los dos tienen que dejar de sufrir y la única manera de hacerlo es arreglar las cosas -dijo y tiró de mi mano haciendome andar, pase mi mano por sus hombros para estrecharla contra mí y darle un pequeño beso en la frente. Verdaderamente tenía la mejor hermana del mundo y bueno también el mejor hermano, Jorge, echaba de menos al pequeñajo y se había ido ayer.
Empezamos a caminar por la arena y  alo lejos vi al grupo seguían siendo los de siempre. Los mellizos; Elizabeth y Pablo, Gabriel, Steffy y Max, Nana,Vero, Lucas, la preciosa Mel, mi cuñada Cande y mi hermano Jorge aunque los dos últimos estaban de viaje, ah sí y ahora por lo visto tambien el estupido de Tony Brown, no solo lo tendría que aguantar en los entrenamientos si no ahora también aquí. Maldito idiota. Aprieto los puños mientras seguimos avanzando, resopló fuertemente intentando relajarme, tiene a Melania cojida sobre un hombro, ella ríe. ¿Es que acaso no entiende que es mi chica, que es mi Mel? Siguen riendo ahora a la vez, estan cerca de la orilla, ella parece feliz y eso se clava en lo más profundo de mi corazón. Me cuesta aceptarlo pero ella ya no es mía y conociendola como la conozco dudo que lo vuelva a ser. Otra vez esas horribles ganas de llorar. Algo vibra en mi bolsillo. Saco mi iPhone.
·Nuevo mensaje. Tatiana.
Abrir. Estoy sola ¿vienes?.
Verónica acaba de ver el mensaje, me mira interrogante.
Borrar mensaje. Hecho.
Ahora sonríe y yo con ella. Tatiana ha sido uno de los grandes errores de mi vida. Es hora de cambiar.
Llegamos hacia donde estan todos, las miradas se clavan en mí expectante menos la de Lucas que esta de espaldas viendo como Tony vuelve con Melania todavía cojida. Le miro mal y él me devuelve la mirada de igual manera. Todos callan. Verónica hace un comentario sobre el culo de Mel. Por dentro río, es la primera vez que lo hago en toda la mañana. Creo que esta mucho más buena que cuando estábamos juntos y eso parecía imposible. Tony la baja y ella se da la vuelta. Para mí todo pasa a cámara lenta, mientras gira su maravilloso pelo se mueve y sonríe pero cuando nuestras miradas se cruzan la sonrisa de antes se desvanece. Sus ojos azules están aún más claros de lo que los recordaba. No pienso dejar de mirarla nunca.
-Hacia tiempo que no te veíamos entre nosotros -Pablo interrumpe el momento para eliminar un poco de tensión y me da un leve abrazo, eso me hace sentir bien. Pensaba que todos iban a pegarme nada más verme. No dejo de mirarla, ni ella a mi tampoco. Muestras sus ojos algo acuosos. Elizabeth se levanta y me abraza, la estecho contra mi pecho. No puedo creer que después de hacerle eso a su mejor amiga todavía me dirija la palabra, es una gran persona. Nana y Steffy me abrazan a la vez, me siento verdaderamente bien, hasta ahora no me había dado cuenta de la falta que me hacían mis amigos. Cierro los ojos y disfruto del aroma floral que desprenden sus cabellos. Mis niñas, mis tres niñas. Se separan y me sonríen. Vuelvo a mirarla, sigue en el sitio, a cada uno de los lados se encuentran Lucas y Gabriel.
-Hermano -Max y yo chocamos las manos para luego abrazarnos. Ahora viene la parte difícil, doy un par de pasos hacia delante y tiendo mi mano derecha delante de Lucas. Él paso su brazo izquierdo por la cintura de Mel y la estrecha contra él, ella automáticamente cierra los ojos y suspira. No sé si quitar mi mano, me niega el saludo y no sé que hacer. El sentimiento de alivio que antes me inundaba comienza a desaparecer rápidamente. Melania lo nota y se acerca al oído de Lucas y le susurra algo, no logro escuchar el que, apreta fuertemente los ojos, parece que lo que oye no le gusta en absoluto, se miran mutuamente y ella le sonríe, con esa sonrisa que tranquiliza a cualquiera.
-Marcos -dice fríamente mientras estrecha mi mano, almenos es un avanze. Muero de curiosidad por saber que le ha dicho para convencerle de esa manera. Gabriel tan bien estrecha mi mano después de un susurro de Mel. Llega el momento, no sé como saludarla. Me moría de ganas de abrazarla pero sabía que era imposible.
-Hola -susurró.
-Hola Melania -dije esta vez yo. Me siento avergonzando.

~Narra Melania~
Acaba de pronunciar mi nombre, soy idiota sigo pensando que suena más bonito cuando viene de su boca. Esta más irresistible que antes, repaso durante unos segundos su rostro. Su ojos verdes seguían igual de preciosos, su pelo estaba aún más rubio de lo que recordaba y su pelo estaba más corto mostrando una pequeña cresta extraña. Mi mirada baja hacia su cuerpo, ha ido al gimnasio, lo noto, esta mucho más musculoso e incluso me atrevería a decir que más alto.
Me alejo de todos y camino hacia la orilla, siento la arena debajo de mis pies, me gusta esa sensación. Me siento, las olas me mojan suavemente los pies y eso me relaja. Me siento extraña. Noto a alguien acercandose, aún no esta a mi lado pero sé perfectamente quien es.
-Lucas -le digo y él ríe suavemente.
-¿Estas bien? -me pregunta, miro hacia arriba y asiento- no sabía que iba a venir.
-No pasa nada, alguna vez tenía que pasar, además de ser mi novio también era amigo vuestro -trago sonoramente.
-Puede ser amigo de todos ellos pero mío no -niego en señal de desaprobación, no me gusta que diga esas cosas- no después de lo que te hizo, eres lo mejor que tengo Melania y quizás tú le llegues a perdonar pero yo no puedo.
-No seas rencoroso Lucas, no eres así -miro al frente, suspira.
-Eres demasiado buena.
-Lo sé por eso me pasa todo esto -sonrío a medias aunque no me pueda ver.
Notó otra presencia. Un escalofrío, luego otro. Es Marcos.
-¿Puedo hablar con ella un momento? -le pregunta a Lucas.
-No.
-Por favor.
-Tú diras Mel.
Miro a Lucas y él me intenta sonreír y se aleja.
-Si pasa algo llamame -dice mientras vuelve junto al resto.
Río. Es el mejor amigo que nadie puede tener y es mío. Marcos se sienta a mi lado, creo que estoy temblando. Nos mantenemos en silencio.
-Creo que deberíamos hablar.
-Lo estamos haciendo ya  -digo fríamente pero una sonrisa inunda mi cara.
-Me refiero a hablar de nosotros, de lo que paso -su voz suena ronca. Me gusta.
-Ese nosotros ya no existe y lo demás es pasado y ya te dije una vez que el pasado, pasado es.
-No puedo seguir viviendo con este sentimiento de culpa Melania -me reprocha.
-Yo no tengo la culpa Marcos.
-Deja de echarmelo en cara -susurra, giro mi cabeza hacia él, tiene la mirada perdida.- Sé que hize mal, pero quiero que me perdones.
-No hay nada que perdonar -susurro esta vez yo.
-Estas muy guapa Mel -dice y yo sonrío inconsientemente.
-Gracias.
-Te echo de menos -me mira y yo a él.- ¿como pude dejarte escapar? -suelta una pequeña caricia en mi mejilla y cientos de escalofríos recorren mi cuerpo y siento como el calor se apodera de mis mejillas.
-No hagas esto más difícil -le digo, sus ojos pierden totalmente su brillo y yo inmediatamente me siento mal muy mal.
-Lo siento. -dice mientras pasa la mano por su pelo.
-¿Cómo te va con Tatiana? -pregunto aunque sé que la respuesta me va a doler, se les ve tan felices. Me mira desconcertado.
-Ella y yo no somos nada -alzo la ceja divertida- es enserio, ella solo fue un error.
-No deberías llamar así a las personas y menos a las que quieres -sonríe.
-Yo a ella no la quiero -frunzo el ceño y el vuelve a sonreír, es tan lindo.- me ha costado tanto darme cuenta de lo equivocado que estaba.
-Nunca es tarde.
Me levanto y empiezo a andar por la orilla.
-¿A donde vas? -grita.
-A dar un paseo.
-¿Puedo acompañarte? -me pregunta, yo rio.
-Ya lo estas haciendo tonto.
Corre hacia mi para alcanzarme. Cuando se pone a mi altura, besa mi mejilla y miles de fuegos artificiales se disparan dentro de mi pequeño cuerpo.


domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 5. She's the one.

Abrí un ojo y luego otro, metí la mano debajo de la almohada para sacar mi teléfono, lo miré con odio ya que me había despertado.
·Llamando. Desconocido.
Mi corazón dio un vuelco, se me paso por la mente la tonta idea de que podría ser Marcos y me odiaba por ello. Pulsé el botón verde.

-¿Si? -pregunté temerosa y cerré los ojos.
-¿Melania? -preguntó una voz al otro lado de la línea, no la reconocí pero esta segura al cien por cien que no era la de Marcos- ¿Te he despertado? Tienes voz de dormida -volvió a decir, pensé un momento aver quién podría ser.
-La verdad esque me acabas de despertar Tony -le dije, era Antonio Brown un amigo de Lucas, era muy majo el chaval y verdaderamente estaba como un queso.- ¿Querías algo en especial o simplemente te dio por molestar a la rubia como de costumbre? -le reproché entre risas a lo que él respondió de la misma manera.
-Pues la verdad esque llamaba para preguntarte por Lucas, tiene el móvil apagado y la única forma que se me ocurrió para ponerme en contacto con él era llamar a la rubia más tonta del lugar -rió y yo solté una risa sarcástica- y a la más adorable porsupuesto.
-Que facilidad tienes para quedar bien con todo el mundo Tony -mis mejillas tomaron un poco de color aunque  el obviamente no me veía- Luc esta durmiento -en ese momento mi amigo abrió los ojos y me miró de forma interrogante- bueno ya no, te paso con él, un gusto hablar contigo -le lanzé el teléfono a Lucas- Es Tony sopenco.
Me levanté mientras él hablaba. Fui al baño y dejé suelto mi cabello, me lavé la cara y fui a vestirme.

~Narra Lucas~
Cuando abrí los ojos vi a mi mejor amiga hablando por el móvil  y me lo lanzó despues de dedicarme unas palabras muy tiernas de su parte. Luego desapareció por la puerta del servicio.
-Hey dormilón. -dijo Tony nada más ponerme el teléfono en la oreja.
-¿Como estamos hermano? -le contesté yo con la voz algo adormilada todavía.
-Pues no tan bien como tú tío -río, sabía perfectamente a lo que se refería. Tony estaba completamente colado por Melania aunque ella no le daba ni la hora.
-Eres un caso imposible, sabes perfectamente como es ella -le dije entre risas.
-Me va lo díficil hermano -me dijo- por cierto, esta noche íbamos a salir de fiesta con Gabri y los demás ¿no? -preguntó.
-¿Fiesta? -pregunté alto yo. Mel salió del vestidor y me miró amenazadoramente -No sé tío, que aquí la enana se cabrea ya la conoces -dije y ella volvió a mirarme mal.
-Hemos quedado con todos para ir a la playa y por la noche haremos algo todos JUNTOS -me dijo Mel recalcando la última palabra, yo me eché a reír.
-Ya la has oído Bro, me tiene cojido por los huevos. -dije esta vez yo a Tony.
-Pues preguntalé a Doña mandona si me deja apuntarme. -pronunció sarcasticamente.
-Que dice Tony que si puede venir -me dirigí a ella que simplemente se encogío de hombros en señal de que le daba igual- que vale, vente, dentro de dos horas en la playa al lado de embarcader -dije esta vez para el teléfono.
-Pues nos vemos hermano -y colgó.
Salí de la cama y me tiré encima de Gabriel literalmente.
-Buenoooooos días campeón -le dije con mi mejor sonrisa, él solo me miró malhumarado- que felicidad por las mañana 'man' -dije irónico y el me empujó y luego se metió en la ducha.
-Siempre consigues hacerle rabiar Lucas -me reprochó Melania que estaba delante del espejo peinando su largo pelo. Estaba ya cambiada, llevaba un pequeño pantalón corto vaquero claro y una camisa ancha rosa claro que dejaba ver su perfecto vientre plano ya que le quedaba por el ombligo, supuse que debajo llevaba el bikini.

~Narra Melania~
Bajé corriendo por las escaleras con los chicos detrás, fuimos a la cocina a desayunar. Me preparé un colacao y cojí galletas con formas de animales.
-Sigues desayunando lo mismo que cuando tenías cinco años rubia -me dijo Gabriel entre risas, les miré, ambos tenían un café y un croassant.
-Yo el café lo prefiero más tarde cari -le dije cinícamente, adoraba estar con ellos pero fijo se estaban mentiendo conmigo.
Encendieron la tele y vimos la MTV, mis Super Dulces 16. Quedaba un mes y medio para mis cumpleaños. Me quedaban tantas cosas por organizar: la tarta, la música, la comida, los invitados, la coreografía, los colores, los vestidos y sobretodo tenía que conseguir un acompañante que no fuera un baboso. Lucas se había ofrecido pero yo quería que el fuera con Elizabeth osea que me había negado.
-¿Sigues con nosotros? -preguntó Lucas pasando moviendo su mano delante de mi rostro, pestañee seguidamente.
-Sí, solo estaba pensando -dije todavía algo perdida.
-Espero que no en quién temo ¿verdad? -le puse mala cara.- ¿Vamos? -ambos se encontraban ya de pie con las mochilas en los hombros, cojí mi bolso y los seguí.
Subí a la parte trasera del Mercedes de Gabri y esta vez fue Lucas quién conducía. Pusieron la radio. Sonaba She's the one de Robbie Williams. Estúpida canción. Una fina lágrima recorría mi mejilla mientra ella miraba hacia el cristal. Sentí una punzada en el pecho cuando los ojos verdes de Marcos aparecieron en mi cabeza. Le había querido tanto, pensaba que sería para siempre. Estaba ciega.

FLASHBACK~
-Te quiero pequeña -una sonrisa afloró de mis labios al oírle decir esa frase, adoraba que me dijera eso.
-Yo también Marcos, te quiero demasiado -dije con algo de verguenza, nos conocíamos desde siempre, desde que eramos niños, vi como se le caía el primer diente o como aprendía a nadar y viceversa. Me costaba aún creer que ahora fuera él el motivo por el cuál me levantaba cada mañana e iba al colegio. Todo era perfecto o almenos lo parecía.
-Toma -le entregó un pequeño paquete que tenía una inscripción.
-She's the one -leí en alto y le miré esperando una explicación.
-Dentro hay un disco, después de verlo llamamé -depositó un beso en mis labios y se marchó dejandome sola en mi habitación. Saqué con cuidado el Cd y lo introdujé en la bandeja de mi portátil. Inmediatamente se puso en marcha y apareció Marcos con una guitarra, su guitarra.
-Gracias -pronunció él en esa pantalla. Empezó a cantar, yo conocía esa canción, era de Robbie Williams, lo hacía mientras sus dedos se deslizaban por las cuerdas de la guitarra.
Terminó la canción.
-Mira en el paquete Mel -volvió a decir el Marcos de la pantalla. Nerviosa intruduje mi mano en el sobre y encontré un anillo de plata, tenía grabado el título de la canción acompañado de una M. me lo puse y cojí mi teléfono. Marqué el número como pude ya que miles de lágrimas de felicidad se deslizaban por mis mejillas.
-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. -fue lo primero que conseguí decir nada más él constestar.
FIN FLASHBACK~

Instintivamente metoqué el dedo anular de la mano derecha, aún seguía llevando aquel anillo, nunca nadie me había preguntado por él, todos lo habían visto siempre normal. La canción dejó de sonar en la radio y empezo una de LMFAO, reí y aún no sé por qué. Mis amigos me miraron como si estuviera loca.
·Escribir mensaje. Estamos llegando ya, espero que estén allí. Enviar. Elizabeth.
No recibí respues osea que me lo tomé como un sí.
Estacionamos y bajé la primera. Coloqué mis gafas Rayban sobre mis azules ojos. Caminamos hasta la arena y no muy lejos vimos a nuestros amigos. Empezé a correr hacia ellos. Y abrazé muy fuerte a Eli, necesitaba a mi mejor amiga. Después de unos cuantos achuchones me separé de ella.
-Hola gordi -abrazé a Pablo el mellizo de Elizabeth.
-Hola rubia -me abrazó aún más fuerte, amaba sus abrazos.
-Amores míos -me lanzé literalmente encima de Steffy y Nana a lo que ella me correspondieron con risas.
-¡Peroo que guaapo estas Max! -grité fuerte mientras el me elevaba en brazos y me hacía girar. Era el novio de Stefy aparte de primo de Lucas. Hacía tiempo que no le veía ya que había estado visitando a su hermano mayor que había tenido una niña, la pequeña Harper.
-Hola eh -Tony me dio un pequeño pellizco en la barriga intentando atrer mi atención ya que no le había saludado.
-Imbécil -grité mientras le pegaba, me cojió como un saco de papas y se acercó a la orilla con intención de arrojarme al agua- que estoy vestida -volví a decirle.
-Si quieres te desvisto -dijo divertido, yo le dí un golpe en la espalda.
-Eres un pervertido -le reclamé.
-Y tú una malpensada -me reprochó él.
-Llevame con los demás -dije impasiva intentando contener mi risa- vaa Tony que no he visto a Vero.
-Esque todavía no ha llegado rubia -él siempre acostumbraba a llamarme así. Bromeaba mucho con él diciendole que si todavía no se me había aprendido mi nombre.
-Pues llevame igualmente o bajáme -dio unos cuántos paso hacia atrás para luego empezar a caminar hacia los chicos.- me estoy clavando tu hombro en la tripa -dije intentando darle pena.
-Eso es porque estás demasiado flaca -resoplé. Cuando estuvimos lo suficiente cerca pude oír como todos reían ya que yo no dejaba de dar patadas y Tony las esquivaba como podía.
-Me encanta que lo primero que vea de ti Mel sea tu culo -oí decir a Verónica, derepente todos habían callado.
-Dame la vuelta Tony almenos asi le veo la cara ya que no me quieres bajar -le dije y el se dio la vuelta.
Cuando elevé la vista no sólo ví a Vero. Él estaba allí. Mostrando esa sonrisa torcida que tanto le caracterizaba. Marcos estaba aquí y mi corazón se paró cuando mi mirada se encontró con la suya.

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Dije que iba a escribir, han vuelto mis ideas.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Capítulo 4: La segundas partes nunca fueron buenas.

-Relájate -me pidió Lucas mientras me aplastaba contra su pecho, temía que las lágrimas volvieran a salir de mis ojos ya que cientos de flashes llenos de recuerdos se amontonaban en mi cabeza.
-Cuando le vea le mataré -chilló Gabriel y esta vez fui yo quien apretó más a Lucas contra mí, el besó mi cabeza- es un idiota, ¿cómo se puede tener tanta cara? -se preguntó mientras se echaba para atrás en el sofá.
-Gabriel tranquilo -dijo Lucas.- Lo importante esque ella no se altere más ¿vale? -le dijo y mi amigo asintió.
Él suspiró pesadamente, yo me separé de Lucas y Gabri ocupo su lugar abrazandome, solté un pequeño sollozo y él volvió a resoplar. Me miró a la cara y con sus manos quitó algunas de las lágrimas que salian de mis ojos azules para luego depositar un beso en cada una de mis mejillas, eso me reconforto.
-¿Por qué? -me pregunté sentandome en el sillón- porque aparece ahora, si ya casi no me acordaba de él, ¿qué le he echo? -dije y me tapé la cara con las manos.
-Hacerle feliz eso es lo que has echo pequeña -dijo Lucas poniendose de puntillas delante de mí- cuando ocurrió aquello te dije que llegaría el momento en el que sería él quien vendría arrastrandose y mira ahí esta.
-Prefiero que se quede donde esta, lejos de mí y con la estúpida de Tatiana.
-Ya esta -intervino Gabriel sentandose al lado mía- acepta la petición, haz como si nada, ya sabes que cuando alguien te ignora es cuando más duele -sonrió.
-¿Entonces para que le aceptó? Debería ignorarle. -intenté sonreírle como él me había echo pero lo único que me salió fue una mueca.
-Es eso, demuestrale que te da igual, que ya no sientes nada por él, que sólo es un error del pasado y sobretodo demuestrale que el tiempo es el olvido. -dijo mirándome fijamente, yo miré hacia un lado.
-Lo primero, ya no siento nada por él -ellos aguantaron la risa, no me creían, enarqué una ceja divertida- joder que es verdad ya no le quiero, ni le necesito ni mucho menos quiero estar con él, cuando pasé esa época de lloros me dí cuenta que estaba enamorada de un gilipollas y que era verdad que el amor es ciego pero ¿saben? -ellos asintieron con la cabeza invitanme a continuar- yo estaba exageradamente ciega.
Rieron un rato largo mientras yo les pegaba lo más fuerte que podía sin apenar hacerles daño, mientras más les pegaba ellos más reían era unos idiotas.
-Ya vale ¿no? -dije un tanto enfadada, aunque se los agradecía verdaderamente me habían animado tanto.
-Si sí -dijo Lucas intentando aguantar la risa pero miró a Gabriel y otra vez estallaron en una gran carcajada.

~3 horas después~
-Estoy cansada -dije poniendo pucheros, ellos me miraron divertidos y siguieron jugando a la Play 3 desde sus respectivas camas de aquella gran habitación decorada especialmente para nosotros, Emily la madre de Lucas se había tomado la molestia de preparar en su casa un cuarto con doce camas para todas las veces que dormiamos allí.
Fui al vestidor, allí se amontonaban montones de ropa de todo tipo, algunas eran de las veces que nos las olvidabamos allí otras eran regalos de Emily. Cogí un pijama veraniego, un pantalon cortito rosa y una camisa anchita blanca. Recogí mi pelo en una coleta alta y salí de allí. Los chicos estaban en la misma posición que antes, con los ojos bien abierto mirando la gran pantalla que se extendía delante de ellos. Me tumbé en la cama que se hallaba en medio de ellos. Mi cama. Nada má apoyar todo mi peso en ella suspiré pesadamente. En estas últimas tres horas todo había mejorado despues de que Marcos viniera de amigo de toda la vida. Después de dejarlo nos pasamos dos meses haciendonos la vida imposible mutuamente y los últimos 4 meses nos ignorábamos y era bastante díficil, iba a la clase de al lado y encima era el hermano de Verónica, una de mis mejores amigas, cada vez que iba a su casa era un verdadera tortura osea que ahora mismo no venía a cuento que intentará ponerse en contarco conmigo cuando lo único que yo quería esque pintará un bosque y se perdiera allí eternamente. Reí ante mi absurdo comentario.
Cogí mi Blackberry y entré en Twitter.
Nuevo tweet. "Aqui viendo como @ButlerLucas y @SmithGabri juegan a un juego estúpido para variar pero les quiero" "¿Por qué ahora? Pensaba que ya habías desaparecido de mi vida, los recuerdos duelen."
No sé porque había escrito eso, me había salido solo, fue un tonto impulso. Fui a las menciones.
@SeanforthCande: "Te echo de menos hermanita, @SeanforthMel aquí todos preguntan por ti, te quiero gorda"
Responder. "@SeanforthCande yo tambien enana no sabes cuanto, disfruta y dale muchos besos a los abuelos y a la familia entera. Tengo tantas cosas de contarte. Llámame prontito."
Sonreí, en verdad quería demasiado a mi hermana, era mi otro yo, no había nadie que me importará más que ella. Seguí mirando unas cuántas cosas para luego meterme en Tuenti.
+1 comentario en el tablón.
Miguel Seanforth.
"Pero si es mi prima favorita, te echo de menos tontita. Pero dentro de una semana me tienes allí ¡Voy con tus padres y Cande! Preparate que me tendrás que aguantar. Te quiero rubia."
Le contesté enseguida. Me alegraba tanto tener a mi primo aquí.
"Que guaaaay Miguel, enserio ahora te necesito más que nunca, necesito nuestras sesiones de risa. La vamos a armar mucho. Te quiero con locura feo."
-¿Viene Miguel? -preguntó Lucas, me fijé que tenía su iphone en las manos, seguramente habrá leído el comentario, asentí con la cabeza mientras sonreía.
-Esto se pone interesante -dijo Gabriel que miraba a Lucas con una sonrisa que no me gustó un pelo.
-Ni que lo digas Bro -continuo Luc- con Miguel aquí estan las risas aseguradas. Yo reí bajito para entrar otra vez a Twitter. Fui al perfil de Marcos. Acababa de twitear hace 8 minutos.
@BeckinhangMarcos: Los recuerdos no duelen, a mí me alegran ya que almenos sé que fue verdad, me equivoqué pero rectificar es de sabios ¿no?, nunca digas nunca M."
Me quedé de piedra lógicamente.
Nuevo tweet. "Ya sabes lo que dice que las segundas partes nunca fueron buenas y que al fin y al cabo las cosas nunca cambian M."
Dejé el móvil en la mesilla y volví a suspirar, me acomodé bien y susurre un "buenas noches" para cerrar los ojos, hoy había sido un día agotador.

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He subido, he estado muy perdida, pero me apetecía escribir. Ahora lo haré más seguido.
Un beso.