sábado, 19 de noviembre de 2011

Capítulo 4: La segundas partes nunca fueron buenas.

-Relájate -me pidió Lucas mientras me aplastaba contra su pecho, temía que las lágrimas volvieran a salir de mis ojos ya que cientos de flashes llenos de recuerdos se amontonaban en mi cabeza.
-Cuando le vea le mataré -chilló Gabriel y esta vez fui yo quien apretó más a Lucas contra mí, el besó mi cabeza- es un idiota, ¿cómo se puede tener tanta cara? -se preguntó mientras se echaba para atrás en el sofá.
-Gabriel tranquilo -dijo Lucas.- Lo importante esque ella no se altere más ¿vale? -le dijo y mi amigo asintió.
Él suspiró pesadamente, yo me separé de Lucas y Gabri ocupo su lugar abrazandome, solté un pequeño sollozo y él volvió a resoplar. Me miró a la cara y con sus manos quitó algunas de las lágrimas que salian de mis ojos azules para luego depositar un beso en cada una de mis mejillas, eso me reconforto.
-¿Por qué? -me pregunté sentandome en el sillón- porque aparece ahora, si ya casi no me acordaba de él, ¿qué le he echo? -dije y me tapé la cara con las manos.
-Hacerle feliz eso es lo que has echo pequeña -dijo Lucas poniendose de puntillas delante de mí- cuando ocurrió aquello te dije que llegaría el momento en el que sería él quien vendría arrastrandose y mira ahí esta.
-Prefiero que se quede donde esta, lejos de mí y con la estúpida de Tatiana.
-Ya esta -intervino Gabriel sentandose al lado mía- acepta la petición, haz como si nada, ya sabes que cuando alguien te ignora es cuando más duele -sonrió.
-¿Entonces para que le aceptó? Debería ignorarle. -intenté sonreírle como él me había echo pero lo único que me salió fue una mueca.
-Es eso, demuestrale que te da igual, que ya no sientes nada por él, que sólo es un error del pasado y sobretodo demuestrale que el tiempo es el olvido. -dijo mirándome fijamente, yo miré hacia un lado.
-Lo primero, ya no siento nada por él -ellos aguantaron la risa, no me creían, enarqué una ceja divertida- joder que es verdad ya no le quiero, ni le necesito ni mucho menos quiero estar con él, cuando pasé esa época de lloros me dí cuenta que estaba enamorada de un gilipollas y que era verdad que el amor es ciego pero ¿saben? -ellos asintieron con la cabeza invitanme a continuar- yo estaba exageradamente ciega.
Rieron un rato largo mientras yo les pegaba lo más fuerte que podía sin apenar hacerles daño, mientras más les pegaba ellos más reían era unos idiotas.
-Ya vale ¿no? -dije un tanto enfadada, aunque se los agradecía verdaderamente me habían animado tanto.
-Si sí -dijo Lucas intentando aguantar la risa pero miró a Gabriel y otra vez estallaron en una gran carcajada.

~3 horas después~
-Estoy cansada -dije poniendo pucheros, ellos me miraron divertidos y siguieron jugando a la Play 3 desde sus respectivas camas de aquella gran habitación decorada especialmente para nosotros, Emily la madre de Lucas se había tomado la molestia de preparar en su casa un cuarto con doce camas para todas las veces que dormiamos allí.
Fui al vestidor, allí se amontonaban montones de ropa de todo tipo, algunas eran de las veces que nos las olvidabamos allí otras eran regalos de Emily. Cogí un pijama veraniego, un pantalon cortito rosa y una camisa anchita blanca. Recogí mi pelo en una coleta alta y salí de allí. Los chicos estaban en la misma posición que antes, con los ojos bien abierto mirando la gran pantalla que se extendía delante de ellos. Me tumbé en la cama que se hallaba en medio de ellos. Mi cama. Nada má apoyar todo mi peso en ella suspiré pesadamente. En estas últimas tres horas todo había mejorado despues de que Marcos viniera de amigo de toda la vida. Después de dejarlo nos pasamos dos meses haciendonos la vida imposible mutuamente y los últimos 4 meses nos ignorábamos y era bastante díficil, iba a la clase de al lado y encima era el hermano de Verónica, una de mis mejores amigas, cada vez que iba a su casa era un verdadera tortura osea que ahora mismo no venía a cuento que intentará ponerse en contarco conmigo cuando lo único que yo quería esque pintará un bosque y se perdiera allí eternamente. Reí ante mi absurdo comentario.
Cogí mi Blackberry y entré en Twitter.
Nuevo tweet. "Aqui viendo como @ButlerLucas y @SmithGabri juegan a un juego estúpido para variar pero les quiero" "¿Por qué ahora? Pensaba que ya habías desaparecido de mi vida, los recuerdos duelen."
No sé porque había escrito eso, me había salido solo, fue un tonto impulso. Fui a las menciones.
@SeanforthCande: "Te echo de menos hermanita, @SeanforthMel aquí todos preguntan por ti, te quiero gorda"
Responder. "@SeanforthCande yo tambien enana no sabes cuanto, disfruta y dale muchos besos a los abuelos y a la familia entera. Tengo tantas cosas de contarte. Llámame prontito."
Sonreí, en verdad quería demasiado a mi hermana, era mi otro yo, no había nadie que me importará más que ella. Seguí mirando unas cuántas cosas para luego meterme en Tuenti.
+1 comentario en el tablón.
Miguel Seanforth.
"Pero si es mi prima favorita, te echo de menos tontita. Pero dentro de una semana me tienes allí ¡Voy con tus padres y Cande! Preparate que me tendrás que aguantar. Te quiero rubia."
Le contesté enseguida. Me alegraba tanto tener a mi primo aquí.
"Que guaaaay Miguel, enserio ahora te necesito más que nunca, necesito nuestras sesiones de risa. La vamos a armar mucho. Te quiero con locura feo."
-¿Viene Miguel? -preguntó Lucas, me fijé que tenía su iphone en las manos, seguramente habrá leído el comentario, asentí con la cabeza mientras sonreía.
-Esto se pone interesante -dijo Gabriel que miraba a Lucas con una sonrisa que no me gustó un pelo.
-Ni que lo digas Bro -continuo Luc- con Miguel aquí estan las risas aseguradas. Yo reí bajito para entrar otra vez a Twitter. Fui al perfil de Marcos. Acababa de twitear hace 8 minutos.
@BeckinhangMarcos: Los recuerdos no duelen, a mí me alegran ya que almenos sé que fue verdad, me equivoqué pero rectificar es de sabios ¿no?, nunca digas nunca M."
Me quedé de piedra lógicamente.
Nuevo tweet. "Ya sabes lo que dice que las segundas partes nunca fueron buenas y que al fin y al cabo las cosas nunca cambian M."
Dejé el móvil en la mesilla y volví a suspirar, me acomodé bien y susurre un "buenas noches" para cerrar los ojos, hoy había sido un día agotador.

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He subido, he estado muy perdida, pero me apetecía escribir. Ahora lo haré más seguido.
Un beso.

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