domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 5. She's the one.

Abrí un ojo y luego otro, metí la mano debajo de la almohada para sacar mi teléfono, lo miré con odio ya que me había despertado.
·Llamando. Desconocido.
Mi corazón dio un vuelco, se me paso por la mente la tonta idea de que podría ser Marcos y me odiaba por ello. Pulsé el botón verde.

-¿Si? -pregunté temerosa y cerré los ojos.
-¿Melania? -preguntó una voz al otro lado de la línea, no la reconocí pero esta segura al cien por cien que no era la de Marcos- ¿Te he despertado? Tienes voz de dormida -volvió a decir, pensé un momento aver quién podría ser.
-La verdad esque me acabas de despertar Tony -le dije, era Antonio Brown un amigo de Lucas, era muy majo el chaval y verdaderamente estaba como un queso.- ¿Querías algo en especial o simplemente te dio por molestar a la rubia como de costumbre? -le reproché entre risas a lo que él respondió de la misma manera.
-Pues la verdad esque llamaba para preguntarte por Lucas, tiene el móvil apagado y la única forma que se me ocurrió para ponerme en contacto con él era llamar a la rubia más tonta del lugar -rió y yo solté una risa sarcástica- y a la más adorable porsupuesto.
-Que facilidad tienes para quedar bien con todo el mundo Tony -mis mejillas tomaron un poco de color aunque  el obviamente no me veía- Luc esta durmiento -en ese momento mi amigo abrió los ojos y me miró de forma interrogante- bueno ya no, te paso con él, un gusto hablar contigo -le lanzé el teléfono a Lucas- Es Tony sopenco.
Me levanté mientras él hablaba. Fui al baño y dejé suelto mi cabello, me lavé la cara y fui a vestirme.

~Narra Lucas~
Cuando abrí los ojos vi a mi mejor amiga hablando por el móvil  y me lo lanzó despues de dedicarme unas palabras muy tiernas de su parte. Luego desapareció por la puerta del servicio.
-Hey dormilón. -dijo Tony nada más ponerme el teléfono en la oreja.
-¿Como estamos hermano? -le contesté yo con la voz algo adormilada todavía.
-Pues no tan bien como tú tío -río, sabía perfectamente a lo que se refería. Tony estaba completamente colado por Melania aunque ella no le daba ni la hora.
-Eres un caso imposible, sabes perfectamente como es ella -le dije entre risas.
-Me va lo díficil hermano -me dijo- por cierto, esta noche íbamos a salir de fiesta con Gabri y los demás ¿no? -preguntó.
-¿Fiesta? -pregunté alto yo. Mel salió del vestidor y me miró amenazadoramente -No sé tío, que aquí la enana se cabrea ya la conoces -dije y ella volvió a mirarme mal.
-Hemos quedado con todos para ir a la playa y por la noche haremos algo todos JUNTOS -me dijo Mel recalcando la última palabra, yo me eché a reír.
-Ya la has oído Bro, me tiene cojido por los huevos. -dije esta vez yo a Tony.
-Pues preguntalé a Doña mandona si me deja apuntarme. -pronunció sarcasticamente.
-Que dice Tony que si puede venir -me dirigí a ella que simplemente se encogío de hombros en señal de que le daba igual- que vale, vente, dentro de dos horas en la playa al lado de embarcader -dije esta vez para el teléfono.
-Pues nos vemos hermano -y colgó.
Salí de la cama y me tiré encima de Gabriel literalmente.
-Buenoooooos días campeón -le dije con mi mejor sonrisa, él solo me miró malhumarado- que felicidad por las mañana 'man' -dije irónico y el me empujó y luego se metió en la ducha.
-Siempre consigues hacerle rabiar Lucas -me reprochó Melania que estaba delante del espejo peinando su largo pelo. Estaba ya cambiada, llevaba un pequeño pantalón corto vaquero claro y una camisa ancha rosa claro que dejaba ver su perfecto vientre plano ya que le quedaba por el ombligo, supuse que debajo llevaba el bikini.

~Narra Melania~
Bajé corriendo por las escaleras con los chicos detrás, fuimos a la cocina a desayunar. Me preparé un colacao y cojí galletas con formas de animales.
-Sigues desayunando lo mismo que cuando tenías cinco años rubia -me dijo Gabriel entre risas, les miré, ambos tenían un café y un croassant.
-Yo el café lo prefiero más tarde cari -le dije cinícamente, adoraba estar con ellos pero fijo se estaban mentiendo conmigo.
Encendieron la tele y vimos la MTV, mis Super Dulces 16. Quedaba un mes y medio para mis cumpleaños. Me quedaban tantas cosas por organizar: la tarta, la música, la comida, los invitados, la coreografía, los colores, los vestidos y sobretodo tenía que conseguir un acompañante que no fuera un baboso. Lucas se había ofrecido pero yo quería que el fuera con Elizabeth osea que me había negado.
-¿Sigues con nosotros? -preguntó Lucas pasando moviendo su mano delante de mi rostro, pestañee seguidamente.
-Sí, solo estaba pensando -dije todavía algo perdida.
-Espero que no en quién temo ¿verdad? -le puse mala cara.- ¿Vamos? -ambos se encontraban ya de pie con las mochilas en los hombros, cojí mi bolso y los seguí.
Subí a la parte trasera del Mercedes de Gabri y esta vez fue Lucas quién conducía. Pusieron la radio. Sonaba She's the one de Robbie Williams. Estúpida canción. Una fina lágrima recorría mi mejilla mientra ella miraba hacia el cristal. Sentí una punzada en el pecho cuando los ojos verdes de Marcos aparecieron en mi cabeza. Le había querido tanto, pensaba que sería para siempre. Estaba ciega.

FLASHBACK~
-Te quiero pequeña -una sonrisa afloró de mis labios al oírle decir esa frase, adoraba que me dijera eso.
-Yo también Marcos, te quiero demasiado -dije con algo de verguenza, nos conocíamos desde siempre, desde que eramos niños, vi como se le caía el primer diente o como aprendía a nadar y viceversa. Me costaba aún creer que ahora fuera él el motivo por el cuál me levantaba cada mañana e iba al colegio. Todo era perfecto o almenos lo parecía.
-Toma -le entregó un pequeño paquete que tenía una inscripción.
-She's the one -leí en alto y le miré esperando una explicación.
-Dentro hay un disco, después de verlo llamamé -depositó un beso en mis labios y se marchó dejandome sola en mi habitación. Saqué con cuidado el Cd y lo introdujé en la bandeja de mi portátil. Inmediatamente se puso en marcha y apareció Marcos con una guitarra, su guitarra.
-Gracias -pronunció él en esa pantalla. Empezó a cantar, yo conocía esa canción, era de Robbie Williams, lo hacía mientras sus dedos se deslizaban por las cuerdas de la guitarra.
Terminó la canción.
-Mira en el paquete Mel -volvió a decir el Marcos de la pantalla. Nerviosa intruduje mi mano en el sobre y encontré un anillo de plata, tenía grabado el título de la canción acompañado de una M. me lo puse y cojí mi teléfono. Marqué el número como pude ya que miles de lágrimas de felicidad se deslizaban por mis mejillas.
-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. -fue lo primero que conseguí decir nada más él constestar.
FIN FLASHBACK~

Instintivamente metoqué el dedo anular de la mano derecha, aún seguía llevando aquel anillo, nunca nadie me había preguntado por él, todos lo habían visto siempre normal. La canción dejó de sonar en la radio y empezo una de LMFAO, reí y aún no sé por qué. Mis amigos me miraron como si estuviera loca.
·Escribir mensaje. Estamos llegando ya, espero que estén allí. Enviar. Elizabeth.
No recibí respues osea que me lo tomé como un sí.
Estacionamos y bajé la primera. Coloqué mis gafas Rayban sobre mis azules ojos. Caminamos hasta la arena y no muy lejos vimos a nuestros amigos. Empezé a correr hacia ellos. Y abrazé muy fuerte a Eli, necesitaba a mi mejor amiga. Después de unos cuantos achuchones me separé de ella.
-Hola gordi -abrazé a Pablo el mellizo de Elizabeth.
-Hola rubia -me abrazó aún más fuerte, amaba sus abrazos.
-Amores míos -me lanzé literalmente encima de Steffy y Nana a lo que ella me correspondieron con risas.
-¡Peroo que guaapo estas Max! -grité fuerte mientras el me elevaba en brazos y me hacía girar. Era el novio de Stefy aparte de primo de Lucas. Hacía tiempo que no le veía ya que había estado visitando a su hermano mayor que había tenido una niña, la pequeña Harper.
-Hola eh -Tony me dio un pequeño pellizco en la barriga intentando atrer mi atención ya que no le había saludado.
-Imbécil -grité mientras le pegaba, me cojió como un saco de papas y se acercó a la orilla con intención de arrojarme al agua- que estoy vestida -volví a decirle.
-Si quieres te desvisto -dijo divertido, yo le dí un golpe en la espalda.
-Eres un pervertido -le reclamé.
-Y tú una malpensada -me reprochó él.
-Llevame con los demás -dije impasiva intentando contener mi risa- vaa Tony que no he visto a Vero.
-Esque todavía no ha llegado rubia -él siempre acostumbraba a llamarme así. Bromeaba mucho con él diciendole que si todavía no se me había aprendido mi nombre.
-Pues llevame igualmente o bajáme -dio unos cuántos paso hacia atrás para luego empezar a caminar hacia los chicos.- me estoy clavando tu hombro en la tripa -dije intentando darle pena.
-Eso es porque estás demasiado flaca -resoplé. Cuando estuvimos lo suficiente cerca pude oír como todos reían ya que yo no dejaba de dar patadas y Tony las esquivaba como podía.
-Me encanta que lo primero que vea de ti Mel sea tu culo -oí decir a Verónica, derepente todos habían callado.
-Dame la vuelta Tony almenos asi le veo la cara ya que no me quieres bajar -le dije y el se dio la vuelta.
Cuando elevé la vista no sólo ví a Vero. Él estaba allí. Mostrando esa sonrisa torcida que tanto le caracterizaba. Marcos estaba aquí y mi corazón se paró cuando mi mirada se encontró con la suya.

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Dije que iba a escribir, han vuelto mis ideas.


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